Una de las consultas habituales en el quiropráctico es la referente a personas que padecen vértigos y mareos. El vértigo causa inestabilidad y desequilibrio, limita a la persona en sus actividades diarias, y genera angustia y confusión.

Algunos de los síntomas más frecuentes asociados con el vértigo son: rigidez, limitación movimientos, dolor de cuello, desequilibrio y náuseas, entre otros.

La mayoría de personas desconoce que una de las causas del vértigo tiene su origen en un trastorno de la columna cervical.

Cuando una vértebra pierde su posición original puede interferir en alguna función orgánica, al pinzar el nervio encargado de transmitir la información desde el cerebro. En el caso de los vértigos, un ejemplo puede ser la alteración del aparato vestibular,que regula el oído interno, que puede ocasionar la sensación de mareos, desequilibrio y vértigos.

Como indica Carlos Gevers, presidente de la Asociación española de Quiropráctica: “un desajuste o subluxación en las vértebras cervicales superiores puede producir mareos por falta de flujo sanguíneo y alteraciones en las vías de conexión al sistema nervioso central, afectando al sistema vestibular y produciendo síntomas de vértigo”.

Este trastorno puede ser tratado con quiropráctica con muy buenos resultados, una vez determinada la causa exacta de los vértigos o mareos. Se seguirá una pauta de ajustes específicos recomendada por el quiropráctico, dirigida a estimular su sistema nervioso, mejorar el flujo sanguíneo, y corregir la alineación de las vértebras cervicales.